Los minerales tienen color de forma natural debido a la interacción entre las ondas luminosas con los electrones de los átomos de los minerales. Se puede producir la emisión directa de luz coloreada o la absorción selectiva de determinadas longitudes de onda de la zona del espectro visible y la transmisión de otras.
El ojo humano recibe el estímulo electromagnético y el cerebro lo procesa, mezclando en un único color las longitudes de onda que el mineral no absorbe y que son transmitidas.