El ojo humano no funciona analizando directamente las longitudes de onda que le llegan y puede producirse la misma sensación de color con estímulos físicos diferentes. Así, una mezcla de luces roja y verde de intensidades apropiadas parece exactamente igual a una luz amarilla, aunque no contiene luz de las longitudes de onda asociadas al amarillo. Puede reproducirse cualquier sensación de color mezclando aditivamente diversas cantidades de rojo, azul y verde. Por eso, estos colores se denominan “colores aditivos primarios”.

La mayoría de los colores que experimentamos normalmente son mezclas de longitudes de onda que provienen de la absorción parcial de la luz blanca. A estos colores producidos por la absorción parcial de la luz se les denomina “colores sustractivos primarios”. Son el magenta o rosado que absorbe el verde, el amarillo que absorbe el azul y el cyan o celeste que absorbe el rojo.